En pleno proceso de crecimiento de las industrias de las economías de los países centrales, se produjo un hecho fundamental en el recinto del Congreso de los Estados unidos. El entonces presidente John Fitzgerald Kennedy, pronunció su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del año 1963 en el que manifestó la célebre frase que marcó el desarrollo del derecho de los consumidores en un mundo de mercado: “Todos somos consumidores”.
Ese día fue un 15 de marzo, y se instauró por ello, el Día Mundial de los Derechos de Consumidores. Parados hoy en el umbral de la puerta de entrada a la nueva era, podemos decir sin lugar a duda ya, que todo gobierno en el mundo que desconozca a los consumidores no podrá desarrollar su economía. Recordemos: “Todos somos consumidores”.
El libre mercado de las sociedades del futuro necesita de una fuerte intervención del Estado para morigerar las consecuencias no queridas, del desarrollo económico en términos de mercado. Ese Estado, además, debe velar porque haya competencia para evitar la concentración en las manos de unos pocos. Asegurar la lealtad comercial para evitar las trampas entre los que pugnan por ganar en el mercado, y asegurar la protección del derecho de los consumidores.
En todo este proceso, sobre todo para los que intentan justificar la intervención del Fondo Monetario Internacional, nada tiene que ver ese organismo en el desarrollo de la intervención y presencia del Estado para proteger a los consumidores.
Cuando nos referimos a los precios de los productos y a las tarifas de los servicios, hablamos del resultado de un equilibrio que se debe dar entre las reglas del mercado (libre) y la presencia del Estado para asegurar la competencia, la transparencia del mercado, y la protección de los consumidores.
Todo ello no depende de la imposición de ningún organismo internacional que financie monetariamente al Estado sino, de la eficiencia de gobernantes que se presenten en defensa de una economía que tenga equilibrios. Hablamos de la gestión de soluciones y controles que no prioricen solamente las ganancias de empresas amigas, sino a la economía familiar, representada en las organizaciones de usuarios y consumidores que defienden el bolsillo del trabajador.
Planteamos una eficiencia gubernamental en la que el desarrollo del país, lo sea desde los que menos tienen hacia arriba, muy alejado de la teoría del derrame de los muy pocos que se enriquecen, apoderándose de cada una de las actividades económicas.
Necesitamos, sentar en las mesas de negociación a las asociaciones de usuarios y consumidores como representantes reales de todos y todas, porque vuelvo: “Todos somos consumidores”. Así como se sienta el ministro Moroni con representantes de los sindicatos, para asegurar compromiso y calidad en las paritarias nacionales de los diferentes sectores, la ciudadanía tiene como referentes a las Asociaciones de Usuarios y Consumidores para defender sus intereses frente a los tarifazos, o la inflación.
Pero claro, a las asociaciones no las llaman porque “molestan”, a los fines económicos de las empresas, y la Subsecretaria de Acciones para la Defensa de las y los Consumidores de la Nación, lamentablemente muchas veces, representa más las necesidades del gobierno de turno, que a nosotros todos, que somos consumidores.
Si el mundo está en guerra se desbarajusta la economía del mundo, y por ende las decisiones de los gobernantes deben, de manera excepcional, proteger el desarrollo de la economía del país y de las familias. Por ello, imponer retenciones a los insumos base de los alimentos que se exportan, es parte de esa presencia que protege a los más débiles y equilibra el fiel de la balanza respecto de los pocos exportadores cuyo objetivo es ganar más en el mercado. El único capaz de equilibrar esto es el Estado.
Así es que propongo en este día de recordatorio del derecho de los consumidores, poner en valor la necesidad que tenemos todos los consumidores, de obtener decisiones de los gobernantes en pos de la protección del eslabón más débil de “la gran cadena del Mercado”.
Valga este mensaje en conmemoración del día en que los consumidores nos hicimos presente en el mundo. ¡¡¡La nueva era, es con los consumidores!!!