Por Alicia Barrionuevo
El derecho de las mujeres a gozar de salud integral a lo largo de todo su ciclo vital, es un derecho humano universal consagrado por el sistema internacional de derechos humanos. Este día tiene su origen en el V Encuentro Internacional de Mujer y Salud realizado en San José, Costa Rica, en mayo de 1987. La decisión fue tomada en la reunión de integrantes de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Sexuales Reproductivos (RMMDR) realizada al terminar el encuentro, donde se acogió una propuesta de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) para instaurar un día de acción en torno a la salud de las mujeres, cuyo eje central giraría en torno a la morbi‐mortalidad materna. Desde entonces, se conmemora el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, con el propósito de reafirmar el derecho a la salud como un derecho humano de las mujeres al que deben acceder sin restricciones o exclusiones de ningún tipo, y a través de todo su ciclo de vida.
El acceso a la salud sin discriminación de ningún tipo a lo largo de todo el ciclo vital, exige el respeto a normas internacionales y leyes locales que deben ser guía en la aplicación de políticas públicas efectivas que incidan de manera integral en las mujeres, como así también que contribuyan a la eliminación de todos los obstáculos legales y culturales que impiden a las mujeres gozar plenamente de este derecho humano, fundamentalmente aquellos basados en estereotipos de género.
Hablar de salud integral implica considerar contar con servicios de atención, tratamientos gratuitos o de bajo costo, acceso a información sobre la temática, tratamientos de salud mental, respeto a la libre autodeterminación en el ejercicio de la sexualidad y a la elección sexual, entre otros aspectos.
Tal como lo estipula la Ley 26. 485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, especialmente la violencia que ocurre al interior de las familia, la violencia sexual y el derecho a una participación igualitaria de las mujeres en las instancias de decisión de políticas de salud.